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Historia de la Urbanización Lloret         Residencial: raíces y evolución

Introducción

A orillas del Mediterráneo, en el corazón de la Costa Brava, existe un rincón que combina naturaleza, historia y vida vecinal: la Urbanización Lloret Residencial. Pero para comprender su identidad, primero hay que remontarse siglos atrás y descubrir de dónde viene el nombre de Lloret, una historia que mezcla realidad documentada y leyenda popular.

Origen del nombre de Lloret

Referencias históricas

La historia cuenta que el nombre Lloret proviene del latín Lauretum, que significa “lugar poblado de laureles”. Estos árboles, de hojas verdes y aromáticas, crecían abundantemente en la zona hace siglos, y los pobladores romanos los asociaban con la victoria y la prosperidad.

Las primeras referencias escritas se remontan al año 966, cuando el lugar aparece mencionado como Loredo. Un siglo después, en el 1001, un documento del conde Ramon Borrell lo cita como Lauredo, al donar el territorio al vizconde Seniofred de Girona. Con el paso de los siglos, la evolución del catalán medieval transformó Lauretum en Lloret, el nombre que conocemos hoy.

Interpretación lingüística

El paso de Lauretum a Lloret refleja la adaptación natural de los topónimos latinos al catalán medieval, conservando su raíz botánica y su vinculación simbólica con el laurel.

Lloret: entre la historia y la leyenda

Más allá de los documentos y la historia oficial, la tradición oral guarda un relato muy distinto sobre el origen de su nombre.
Se cuenta que, hace muchos siglos, vivía en estas tierras una joven de belleza extraordinaria. Su cabello era largo y oscuro como la noche, y sus ojos reflejaban el verde intenso de los bosques. Su gran amor era un marinero que un día partió hacia alta mar prometiendo regresar… pero nunca volvió.

La muchacha, consumida por la tristeza, pasaba las horas en un claro, junto a la costa, implorando al cielo que le devolviera a su amado. Una tarde extrañamente serena, un rayo descendió del cielo y cayó sobre ella. Los vecinos corrieron, temiendo encontrar su cuerpo sin vida, pero en su lugar hallaron un joven árbol de laurel, cuyas hojas desprendían un aroma fresco y envolvente.

Ilustración de la leyenda Lauretum, origen del nombre de Lloret de Mar, vinculada a la urbanización Lloret Residencial

El simbolismo en la tradición oral

Desde entonces, se decía que aquel laurel era su espíritu, enraizado para siempre en la tierra que la vio amar y sufrir. Con el tiempo, el bosque se llenó de laureles, y el lugar comenzó a llamarse Lauretum: “el bosque de la joven” o “el lugar de los laureles”. Así, historia y leyenda se entrelazan para dar nombre a Lloret, un municipio donde, todavía hoy, el viento marino parece acariciar las hojas como si meciera la memoria de aquella mujer.

Los orígenes de Lloret Residencial

Siglos después, y ya bien entrado el siglo XX, Lloret de Mar comenzó a transformarse. A partir de la década de 1960 y especialmente durante los años 70 y 80, el auge turístico y la expansión urbana impulsaron nuevos proyectos que buscaban combinar el atractivo natural de la Costa Brava con la tranquilidad de la vida residencial.

Entre las referencias históricas de la zona, destaca la influencia de la familia Roviralta, cuyo impulso urbanístico y residencial dejó huella en Lloret de Mar a principios del siglo XX. En aquellos años se levantaron edificaciones singulares, entre ellas la conocida “casa garaje” y, poco después, una elegante residencia en el entorno de Santa Clotilde. Estas construcciones marcaron el inicio de una etapa en la que el litoral lloretense empezó a combinar su patrimonio natural con espacios residenciales pensados para el descanso y la vida tranquila.

​Fue en ese contexto cuando se planificó la Urbanización Lloret Residencial, concebida como un espacio residencial tranquilo, bien conectado con el núcleo urbano y con fácil acceso a las playas. Las primeras viviendas fueron, en su mayoría, chalets unifamiliares de una o dos plantas, con fachadas claras y tejados de teja curva, siguiendo el estilo mediterráneo típico de la época.

En sus inicios, las calles serpenteaban entre colinas cubiertas de pinos mediterráneos y encinas, con matorral costero y fauna característica como jabalíes, ardillas, erizos y diversas aves del litoral. La urbanización figura hoy identificada oficialmente en la cartografía municipal (Barris–Urbanitzacions) y en el Geoportal del POUM del Ayuntamiento de Lloret de Mar, donde se puede consultar su planeamiento vigente y delimitación exacta.

Las primeras familias que se instalaron encontraron en este lugar un refugio donde construir su hogar y su comunidad, sentando las bases de lo que hoy sigue siendo un espacio con fuerte identidad vecinal.

La vida en la urbanización

Los primeros años de la Urbanización Lloret Residencial no estuvieron exentos de retos: calles sin asfaltar, escaso alumbrado público, falta de transporte regular y una infraestructura que se fue construyendo poco a poco. Sin embargo, el espíritu vecinal fue la clave. Los residentes compartían herramientas, organizaban celebraciones y trabajaban juntos para mejorar su entorno, desde plantar árboles hasta habilitar zonas de paso.

Hoy, Lloret Residencial es una urbanización de la Costa Brava donde conviven residentes permanentes y familias que la eligen para sus vacaciones. El paisaje sigue dominado por pinos mediterráneos y encinas, con presencia de fauna local como ardillas, erizos, aves y, ocasionalmente, jabalíes que bajan desde las zonas boscosas. Su proximidad al mar y el compromiso de sus vecinos —agrupados en la Asociación de Vecinos Innova Lloret Residencial (Associació de Veïns Innova Lloret Residencial)— siguen siendo sus señas de identidad y la base para su mejora continua.

La fuerza vecinal que impulsa Lloret Residencial

La Associació de Veïns Lloret Residencial nació del encuentro de personas que comparten una misma certeza: este lugar tiene un enorme potencial.
Vecinos comprometidos, con la mirada puesta en el futuro, decidieron unirse y trabajar juntos para transformar la urbanización en lo que siempre debió ser: un espacio cuidado, seguro, atractivo y lleno de vida.

La motivación que nos mueve es sencilla pero poderosa:
mejorar lo que tenemos para que todos lo disfrutemos, porque sabemos que estas mejoras no solo benefician a quienes vivimos aquí, sino también a todo Lloret de Mar, fortaleciendo su imagen como destino turístico y como lugar ideal para formar una familia.

Con esfuerzo, ideas y buena voluntad, la asociación impulsa proyectos que buscan dotar a la urbanización de lo que merece:

  • Calles y accesos en buen estado.

  • Zonas limpias y seguras.

  • Espacios que fomenten la convivencia y el respeto por el entorno natural.

No se trata solo de reclamar, sino de innovar y proponer. Creemos que la cooperación entre vecinos e instituciones puede hacer de Lloret Residencial un referente de calidad de vida en la Costa Brava.
Cada paso que damos, cada reunión, cada proyecto, tiene el mismo objetivo: dejar a las próximas generaciones un lugar del que sentirse orgullosos.

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